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Julieta Castellanos y Aurora Pineda, madres de jóvenes universitarios asesinados en 2011 publican carta a Comisión Depuradora de la Policía

Tegucigalpa. A seis años de la muerte de los jóvenes universitarios Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez, sus madres Julieta Castellanos y Aurora Pineda publican carta abierta a miembros de la Comisión Depuradora de la Policía donde expresan su gratitud y reconocimiento por la labor realizada.

Reproducimos a continuación la carta publicada:

CARTA PÚBLICA

COMISIÓN ESPECIAL PARA LA DEPURACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE LA POLICÍA NACIONAL

Nosotras, Julieta Castellanos y Aurora Rodríguez de Pineda, Madres de los Jóvenes RAFAEL ALEJANDRO VARGAS CASTELLANOS y CARLOS DAVID PINEDA RODRÍGUEZ, asesinados el 22 de octubre del 2011, por agentes de la Policía Nacional asignados a la Unidad Policial ubicada en el Barrio la Granja de Comayagüela, estamos expresando públicamente nuestro reconocimiento y gratitud a la Comisión Depuradora de la Policía, creada por el Congreso Nacional e integrada por el Ing. Omar Rivera, la Abogada Vilma Cecilia Morales, el Pastor Alberto Solorzano y el ministro de Seguridad General Retirado Julián Pacheco Tinoco, mismo que hacemos extensivo al equipo de asesores integrado por el Lic. Carlos Hernández, abogado German Leitzelar y el pastor Jorge Machado.

Como víctimas de agentes policiales criminales, comenzamos desde ese fatídico octubre una lucha constante para tener justicia por el asesinato de nuestros Hijos. En el largo camino constatamos que no solo éramos víctimas de los policías criminales, sino de una institución penetrada y cooptada por el crimen nacional e internacional, víctimas de la indiferencia, la complicidad, la cobardía, la colusión y la falta del cumplimiento de los deberes de algunos funcionarios del Estado. De allí que nuestra lucha trascendió del plano estrictamente personal a una demanda por la depuración de los policías corruptos y criminales que integraban la Policía Nacional, y contribuir a que otras Madres, Padres, Hermanos y familiares no pasen por la dolorosa tragedia de nuestras familias.

La Comisión de Depuración de la Policía fue la última iniciativa impulsada desde el Congreso Nacional, después de que el periódico New York Times publicara un informe que develaba la participación de oficiales policiales en el asesinato del Alfredo Landaverde.

Comisionados: deseamos expresarles que la responsabilidad que asumieron solo puede entenderse como un gesto de ciudadanos comprometidos y responsables. Asumieron una tarea que correspondía hacerla el Estado, sin calcular el riesgo personal y familiar al que se exponían. Les agradecemos que no se hayan detenido frente a los ataques, descalificaciones y difamaciones de las que han sido objeto. La grandeza de la tarea radica en no haberse desviado del camino y en los resultados que están entregando al país.

Reconocemos la voluntad política del Poder Ejecutivo y del Congreso Nacional, y de los 128 Diputados que lograron consensos para aprobar las leyes y lograr estos objetivos. La tarea no está completa, pero es mucho más de lo que hubiésemos imaginado posible. Hace falta que los crímenes y los delitos sean investigados, y los responsables castigados, pero ello corresponde a otras estructuras de Estado responsables de la seguridad y la justicia.

Estimados Comisionados, su trabajo ha contribuido a que una casta hasta ahora intocable, ya no lo sea más. El trabajo que Ustedes han realizado debe sostenerse y profundizarse. Y en tal sentido, respetuosamente solicitamos al Congreso Nacional extender el periodo de funciones de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía.

Nuestro Reconocimiento y Gratitud a quienes contribuyen al fortalecimiento institucional.

 

Julieta Castellanos                                                                                   Aurora de Pineda

Piden al Congreso Nacional penas severas para responsables de crímenes violentos

AL CONGRESO NACIONAL

Ante el evidente incremento de nuevas modalidades de asesinato, crueles y despiadadas que van desde decapitaciones hasta desmembramientos, ejecutadas por personas deshumanizadas, sin temor a Dios ni amor al prójimo, la CONFRATERNIDAD EVANGÉLICA DE HONDURAS solicita a los honorables diputados del Congreso Nacional que emitan leyes contentivas de penas severas que se apliquen sin excepción a todo aquel que se le compruebe su participación intelectual o material en los horrendos crímenes que actualmente aterrorizan a la población hondureña.

Pedimos a los honorables diputados consideren las consecuencias negativas que esos hechos sangrientos dejan como resultado, siendo algunas de ellas las siguientes:
1. Desintegración y destrucción de las familias por la pérdida de sus seres queridos.
2. Migración de hombres, mujeres y niños hacia otros países tratando de salvar sus vidas.
3. Debilitamiento de la economía nacional por cierre de negocios, o temor para abrir nuevos, ocasionados por la extorsión practicada por grupos delincuenciales.
4. Baja participación de inversión extranjera por los altos niveles de inseguridad.
5. Pérdida de la libertad de movilización y la paz de la ciudadanía honrada que sufre el terror de ser víctima, aún en sus propios hogares.

Esperamos que los diputados del Congreso Nacional respondan favorablemente a esta solicitud, teniendo como principal motivación la protección de las vidas del pueblo que les eligió.

Asimismo, la CONFRATERNIDAD EVANGÉLICA DE HONDURAS patentiza su solidaridad con las familias que de una u otra forma han sido golpeadas por tan repudiables actos delictivos. De igual manera nos ponemos a la orden de las autoridades estatales para contribuir con los programas de prevención orientados a la reducción de la delincuencia.

«El producto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto.». Isaias 32:17

Tegucigalpa, M. D. C.; 18 de enero de 2017

Confraternidad Evangélica de Honduras